El sueño de tener casa propia no se puede reducir simplemente a enamorarse de una vivienda, ni siquiera a tener el sí de un banco para el crédito.
La idea es trascender esta emoción y poder ir más allá para ver el panorama que el corazón no deja.
Sepa identificar lo que implica tomar este o aquel crédito hipotecario, o si es mejor un leasing habitacional, e incluso, cuánto debe reservar para pagar los derechos notariales, los impuestos y todo lo que se requiere tener al día para lograr el desembolso bancario.
Por eso, especialistas del negocio hipotecario plantean algunas recomendaciones y no se lleve sorpresas inesperadas, que terminen afectando su presupuesto.
Sugieren que, paralelo a la búsqueda del hogar soñado, se escoja el producto financiero adecuado, el que más se ajuste a las necesidades de la familia y al perfil económico de sus miembros.
Ahí es importante la letra pequeña, es decir, las exigencias que implica una u otra opción de crédito, las fechas de pago, la tasas de interés y las implicaciones que tendrá como cliente. En algunos bancos puede tratarse de un producto adicional al hipotecario, que la letra pequeña advierte pero que a usted se le pasa por la emoción.
Además tenga en cuenta el margen de financiación que necesita para la compra. “Si es superior al 70 por ciento del valor de la vivienda, la mejor alternativa es leasing habitacional”, dice María Alejandra Muskus, responsable de producto de crédito hipotecario del Bbva Colombia.
De hecho, esta entidad financia hasta el 85 por ciento del valor de la vivienda en esta modalidad para vivienda No-Vis (con valor superior a 87 millones de pesos en 2015).
Si bien existe una norma en Colombia que establece que la cuota del crédito no podrá ser superior al 30 por ciento de los ingresos familiares, las entidades financieras son las que validan que el cliente tenga capacidad de pago. También la persona debe tener en cuenta los sistemas de amortización vigentes en el mercado colombiano (UVR y pesos).
“No se le olvide que al valor de la cuota a pagar se le deben incluir los seguros de vida de los titulares del crédito, además del seguro contra incendio y terremoto”, agrega Muskus.
Tenga presenta también los cobros asociados a la legalización de la hipoteca, tales como el avalúo del inmueble y estudio de títulos. Casi siempre el mismo banco recomienda las firmas que hacen ambos procesos, pero es clave que usted sepa que debe buscar a personas expertas, certificadas en los procesos.
En el caso del avalúo comercial para Medellín, el costo del servicio está en 1.100 pesos por millón avaluado más IVA.
En el caso de una vivienda con un valor comercial de 100 millones de pesos, el costo del avalúo será de 127.600 pesos.
Avaluar el inmueble solo requiere una cita, “pero el proceso de cuantificar se demora tres días. Se le entrega directamente al banco, aunque el cliente puede solicitar una copia, dado que tiene derecho porque pagó este servicio”, manifiestaSantiago Palacio Ramírez, avaluador miembro de la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín.
De igual manera, se deben tener en cuenta otros gastos como los de escrituración y registro, los cuales deben ser presupuestados por los solicitantes de los créditos.
Se estima que los gastos de escritura y registro para el desembolso, equivalen al 4 por ciento del valor total del crédito, algo que debe tener presente la persona para lograr la formalización del crédito. Es decir, para un desembolso de 70 millones de pesos, se deben reservar 2,8 millones de pesos para estos trámites.
Por su parte, Sebastián Mora, directivo del negocio hipotecario de Bancolombia, indicó que la mejor hipoteca es la que permite a las personas vivir tranquilas, encontrando las tarifas competitivas que ofrece el mercado colombiano.
Asimismo, recordó Mora que todo este proceso de formalización del crédito tiene un elemento vital y es con el que arranca todo: la promesa de compraventa, documento con el que se señalan los compromisos de pago para la cuota inicial.